MARIA OSTIZ:
Siendo España un país rico en esencias musicales folclóricas, con cancioneros que se han popularizado por tradición oral, tanto en zonas rurales como costeras y de gran variedad, pocos han sido los que han usado esta música para vivir profesionalmente y hayan tratado de mantener vivo este acervo cultural y en su mayoría han sido hombres. Maria Ostiz fue una excepción en ese terreno y encima compuso muchos de sus temas.
Dolores Pilar Ostiz, nació en Avilés, Asturias, a mediados de la década de los cuarenta. Su familia se traslado a Navarra y ella mas tarde se fue a Madrid a estudiar música y arte dramático.
Maria procedía de una familia trabajadora y no se atrevía a cantar en publico, verdaderamente le costó mucho trabajo lanzarse a ese mundo del espectáculo que siempre deseo y sobretodo ser autentica, sin doble moral.
Pero llegó el momento y mas que una cantante folk, parecía una universitaria disciplinada, en una época que comenzaban las chicas ye-ye, pues con mucha timidez aparecía con su guitarra.
Su carrera la comenzó con el nombre de Lorella y con ese nombre graba su primer disco para la RCA, esto en 1965 y aquí incluyó “Sandy” y “Oh, Pequeño Corazón”.
Su presentación en el gran musical no paso inadvertida y en 1967 como Maria Ostiz grabó su primer LP, que fue una gratísima novedad, pues traía un aire nuevo y fresco, baladas como “No Sabes Como Sufrí”, “La Princesa”, “Corre El Camino” y una adaptación de “Romance Anónimo” destacaron de aquel disco, que fue recibido con admiración.
El tema “No Sabes Como Sufrí”, sé convirtió en éxito radial dentro de los temas festivaleros y frívolos que acaparaban la atención popular.
Pero para Maria Ostiz había mas y en 1972 apareció un disco donde incluía un tema grabado en griego titulado “Gorgona” y la canción mas destacada que fue “Nana De La Aurora” que recibió mucha difusión.
Maria, que había contraído matrimonio con Ignacio Zoco (jugador del Real Madrid), se fue a vivir a Pamplona donde se dedicó a su casa y sus hijos y claro alejada del ambiente musical madrileño era lógico que su fama se diluyera; pero en sus ratos libres ella siguió componiendo y en 1976 reapareció en el Festival De La OTI, donde ganó con el tema “Canta Cigarra”.
Alejada de la publicidad y del tejemaneje de las grandes multinacionales del disco, continúo cosechando éxitos ocasionales y ya sus temas eran pensamientos con música lírica donde hablaba de temas cotidianos, en ocasiones tiernos y en otras más duro y realista.
De regreso a Madrid por cuestiones familiares continua cantando ocasionalmente con ese buen gusto que siempre lo hizo, sin hacer caso a las modas musicales y manteniendo esa sinceridad que siempre la caracterizó.
Maria Ostiz a pesar de todo no pudo escapar a la critica, que la catalogaba de cantante ñoña y en 1981 apareció en un teatro vestida de monja y cantando sus temas de siempre.
Realmente Maria Ostiz es de esas mujeres extraordinarias, como madre, mujer y artista, supo estar alejada de los circuitos comerciales y en sus discos se puede apreciar la belleza de su trabajo, aunque no es tan abundante para el talento que posee.
Siendo España un país rico en esencias musicales folclóricas, con cancioneros que se han popularizado por tradición oral, tanto en zonas rurales como costeras y de gran variedad, pocos han sido los que han usado esta música para vivir profesionalmente y hayan tratado de mantener vivo este acervo cultural y en su mayoría han sido hombres. Maria Ostiz fue una excepción en ese terreno y encima compuso muchos de sus temas.
Dolores Pilar Ostiz, nació en Avilés, Asturias, a mediados de la década de los cuarenta. Su familia se traslado a Navarra y ella mas tarde se fue a Madrid a estudiar música y arte dramático.
Maria procedía de una familia trabajadora y no se atrevía a cantar en publico, verdaderamente le costó mucho trabajo lanzarse a ese mundo del espectáculo que siempre deseo y sobretodo ser autentica, sin doble moral.
Pero llegó el momento y mas que una cantante folk, parecía una universitaria disciplinada, en una época que comenzaban las chicas ye-ye, pues con mucha timidez aparecía con su guitarra.
Su carrera la comenzó con el nombre de Lorella y con ese nombre graba su primer disco para la RCA, esto en 1965 y aquí incluyó “Sandy” y “Oh, Pequeño Corazón”.
Su presentación en el gran musical no paso inadvertida y en 1967 como Maria Ostiz grabó su primer LP, que fue una gratísima novedad, pues traía un aire nuevo y fresco, baladas como “No Sabes Como Sufrí”, “La Princesa”, “Corre El Camino” y una adaptación de “Romance Anónimo” destacaron de aquel disco, que fue recibido con admiración.
El tema “No Sabes Como Sufrí”, sé convirtió en éxito radial dentro de los temas festivaleros y frívolos que acaparaban la atención popular.
Pero para Maria Ostiz había mas y en 1972 apareció un disco donde incluía un tema grabado en griego titulado “Gorgona” y la canción mas destacada que fue “Nana De La Aurora” que recibió mucha difusión.
Maria, que había contraído matrimonio con Ignacio Zoco (jugador del Real Madrid), se fue a vivir a Pamplona donde se dedicó a su casa y sus hijos y claro alejada del ambiente musical madrileño era lógico que su fama se diluyera; pero en sus ratos libres ella siguió componiendo y en 1976 reapareció en el Festival De La OTI, donde ganó con el tema “Canta Cigarra”.
Alejada de la publicidad y del tejemaneje de las grandes multinacionales del disco, continúo cosechando éxitos ocasionales y ya sus temas eran pensamientos con música lírica donde hablaba de temas cotidianos, en ocasiones tiernos y en otras más duro y realista.
De regreso a Madrid por cuestiones familiares continua cantando ocasionalmente con ese buen gusto que siempre lo hizo, sin hacer caso a las modas musicales y manteniendo esa sinceridad que siempre la caracterizó.
Maria Ostiz a pesar de todo no pudo escapar a la critica, que la catalogaba de cantante ñoña y en 1981 apareció en un teatro vestida de monja y cantando sus temas de siempre.
Realmente Maria Ostiz es de esas mujeres extraordinarias, como madre, mujer y artista, supo estar alejada de los circuitos comerciales y en sus discos se puede apreciar la belleza de su trabajo, aunque no es tan abundante para el talento que posee.
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